Los peligros del campo

caida-espiaNo quería correr riesgos y por eso cerré la ventana de la habitación que me habían asignado –francamente horrorosa, por cierto- al llegar a la casa de campo de los López.

–Querida, no tarde en bajar al salón, que el servicio de té ya está dispuesto y la estamos esperando con ansia –dijo Ofelia al cerrar la puerta.

¡Por Dios!, era tan pedante que no se la podía aguantar. ¡Vaya fin de semana me esperaba!

En el exterior, todo tipo de bichos malvados acechaba: moscas, mosquitos, libélulas de grandes alas, y eso únicamente los que volaban. Además estaban los reptantes, los rodantes y los que se desplazaban a saltos, como pulgas y piojos, sin olvidarnos de culebras, sapos y demás habitantes del entorno rural que tanto gustaba a nuestros anfitriones.

Coloqué mi ropa en la cómoda y todos los productos de aseo en las estanterías del baño anexo (muy pequeño, por cierto). La estantería quedo saturada de perfumes, desodorantes, maquillaje y brochas; además de otros artículos de higiene femenina que no creo preciso detallar en este momento.

Tras refrescarme y asegurarme de que no dejaba ninguna rendija que facilitara el acceso a tan desagradables compañeros de habitación, me dirigí con calma hacia la escalera para bajar al salón e iniciar la “maravillosa velada” que la señora de la casa nos tenía reservada.

La suerte o la fatalidad vinieron en mi ayuda en forma de tablilla levantada. Tropecé y bajé rodando la escalera hasta el vestíbulo, donde aterricé con la falda completamente recogida en la cintura y todos los muslos –que a decir de Oscar son mejores que los que cocina su madre- al aire.

Mi fin de semana campestre finalizó en el hospital antes de comenzar, aunque creo que es lo mejor que me pudo suceder…

 BARTOLOMÉ ZUZAMA. 26/X/2015

1 comentario en «Los peligros del campo»

  1. Muy bueno, si señor, aunque quizás deberías revisar la puntuación gramatical y alguna forma verbal 🙂 (“acechaban»…?)

    Que sepas que me estoy haciendo adicta a tus relatos, y los espero cual telenovela semanal… jejejeje

    un besazo

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