Valorando diversos temas para empezar a cumplir el objetivo de publicar al menos un post semanal, el ya bautizado por los medios de comunicación como “ministro más optimista ” me ayudó a decidirme, con las declaraciones realizadas tras la difusión de los datos de desempleo de diciembre de 2012. El “optimista ministro” afirmaba que algo se está moviendo en las “entrañas” de la economía que permite ser optimistas.
No voy a discutir sobre entrañas, asadurillas o entresijos, pero si quiero dejar claro que las reacciones de la mayoría de las personas ante los datos de desempleo (salvando el maquillaje habitual de la nomenklatura de Moncloa y sus franquicias regionales) son que la situación está peor que el año pasado y que las cifras son malas.
El problema fundamental, además de la desgracia individual de cada una de las mujeres y hombres en desempleo, es que desde los centros de decisión se sigue pensando que lo importante es la reducción de déficit y que el mercado de trabajo español se autorregulará, sin necesidad de una intervención clara y decidida desde las administraciones.
El panorama actual es que se han abandonado las políticas activas de empleo, sustituyéndolas por algún pobre incentivo a la contratación, que no beneficia a nadie. Ya sabemos que la administración no dispone de muchos recursos, pero lo que si tiene es la capacidad de priorizar unas inversiones sobre otras y actuar para paliar las consecuencias de la crisis.
Pero para eso hay que estar convencido de que dicha intervención es una herramienta eficaz y ahí aparece el sustrato ideológico que claramente está rigiendo las políticas que se diseñan desde el gobierno del estado y de la mayoría de las comunidades autónomas. La ideología conservadora y neoliberal no cree en absoluto en ese tipo de actuaciones, sino en que la iniciativa privada gestiona mejor y es más rentable, por lo que todas sus actuaciones tienen como objetivo favorecer dicha iniciativa privada, o al menos una parte de ella.
Pero en esto también habría mucho que hablar, puesto que frente a las declaraciones grandilocuentes del personal, de que los autónomos y las pymes son los vehículos para salir de la crisis, nos encontramos con que la deuda de las administraciones con esos mismos autónomos vuelve a ser enorme y que alguna medida muy publicitada como la del abono del IVA cuando se cobren las facturas sigue durmiendo el sueño de los justos (y así seguirá por los siglos de los siglos).
El mercado de trabajo español no se autorregula y la nueva normativa laboral lo único que ha conseguido es una devaluación de los salarios, un empleo inestable y de peor calidad y que nuestros jóvenes únicamente vean futuro allende nuestras fronteras. Estamos haciendo un negocio estupendo, invertimos nuestros recursos como país en conseguir una de las generaciones mejor formadas de españolitos y españolitas, para que pongan en valor sus conocimientos en cualquiera de los países de destino, donde la mayoría se instalará y posiblemente no vuelva más que de vacaciones.
Como veis, contentito me tienen con las mejoras en las “entrañas” y con la inactividad en la lucha activa contra el desempleo. ¿Qué se ha hecho de los programas de Escuelas Taller o Talleres de Empleo que tanto han ayudado a diversos colectivos? ¿Acaso no podrían servir de base para programas de inserción como los que se plantean en países como Francia?
Es cierto que a veces nos encontramos con iniciativas destacables como algunos programas de apoyo al emprendimiento financiados por Ayuntamientos, que consiguen ir poco a poco fijando empresas y creando empleo, pero esto no basta.
Las administraciones con capacidad de intervenir con políticas activas son la estatal y las regionales y ellas deben ser quienes, de una vez por todas, se coordinen y mediante un aprovechamiento de recursos propongan, en colaboración con los agentes sociales, económicos y ciudadanos, actuaciones eficaces y eficientes que generen resultados concretos.
Para finalizar y dejar algo para la reflexión, os comento que ha llegado a mis oídos que la Junta de Castilla y León está planteando disolver el Servicio Público de Empleo (ECyL). ¿Será para privatizarlo?
Saludos Ciudadanos para todos y todas.