Un día de smog

escribirRecientemente he empezado un Taller de Lectura y Escritura Creativa con la intención de mejorar mis competencias en ambas cosas y, quien sabe si en un futuro más o menos lejano, poder publicar alguna obra propia.

En el Taller vamos elaborando algún relato y voy a aprovechar la posibilidad que me ofrece este blog para irlos difundiendo entre aquellas pacientes personas que se atrevan a leerlos y a hacerme algún comentario o crítica.

El primero lo he titulado «Un día de smog». Espero que os guste.

UN DÍA DE SMOG
Amanecía, y como todos los días, smog se activó y estiró todas sus extremidades. La forma primigenia de los smog no es muy atractiva para los humanos y por ese motivo la Tradición velaba para que no fuera revelada jamás.
La principal característica de los smog es que pueden emular cualquier forma orgánica, por lo que su organismo original está constituido por un núcleo central globular y 8 tentáculos.
Podríamos pensar que son como un pulpo, pero nada más lejos de la realidad. Esa forma les permite, como un mínimo de energía, emular cualquier forma de vida, o al menos las más habituales y más necesarias para cumplir su cometido.
Los smog fueron creados para proteger y cuidar las crías de los seres humanos hasta que éstas cumplan seis años. A partir de ese momento la inteligencia en desarrollo de las crías podría detectar y poner en peligro la existencia de los smog.
Como exigía la Tradición que le había enseñado su padre y al él el suyo, antes de ponerse en movimiento repasó mentalmente los Mandamientos Smog que regían su existencia:
– Un smog no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
– Un smog debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con el Mandamiento 1.
– Un smog debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con el Mandamiento 1 o con el Mandamiento 2.
– Un smog no puede comunicarse con un ser humano, salvo a través de los sistemas de la forma que emula.
– La misión de un smog es cuidar del humano que tiene asignado, utilizando los medios disponibles, pero sin incumplir ninguno de los Mandamientos.
– La existencia de los smog no debe ser conocida jamás por los humanos.

Mientras repasaba los Mandamientos, su mente retrocedía en el tiempo y recordaba cómo su padre le había ido transmitiendo y enseñando la Tradición que regía a los suyos desde que el Maestro Hacedor los había creado, para asegurarse de que los seres humanos sobrevivían y seguían en el mundo.
Últimamente smog estaba inquieto. Por su mente pasaban multitud de preguntas sin respuesta, que hasta ese momento no se había planteado. ¿Había otros smog? ¿Cómo se comunicaban? ¿Dónde vivían?
Estas y otras cuestiones le tenían preocupado, puesto que la Tradición no aclaraba sus dudas y sus recuerdos le generaban cada vez más desasosiego, puesto que no parecían ajustarse a la realidad de su memoria interna más lejana.
Apartó sus cavilaciones y se preparó para cumplir su Misión. Amelie estaba a punto de despertarse y debía estar a su lado como cada mañana, para lamerle la cara como acostumbraba hacer para despertarla y hacerla reír.
Adoptó la forma de Milou, un fox terrier canela que era como lo conocía su protegida, aunque ésta no era la única forma que emulaba a lo largo del día. Cuando Amelie se iba al colegio con su padre, smog la acompañaba emulando un petirrojo, una lagartija o cualquier forma que le permitiera tenerla a la vista, en cualquier momento.
Abandonó su escondrijo en el desván y se acercó al dormitorio de Amelie para despertarla.
El día transcurrió sin muchos sobresaltos. Aurelie, la archienemiga y sin embargo amiga del alma de Amelie se puso un poco pesada y empezó a tirarle de las coletas en el recreo. Para evitar males mayores, smog emuló la forma de un ratón, y al verlo, se produjo un alboroto que hizo que Aurelie se olvidara de Amelie para perseguir al ratoncito…que desapareció sin dejar rastro. El incidente se había solucionado aplicando la Tradición y los Mandamientos.
Una vez se acostó Amelie y smog comprobó que estaba dormida, subió a su escondrijo y tras adoptar su forma primigenia, se introdujo en el habitáculo donde pasaba la noche y reponía energía.
Como siempre, no prestó la menor atención a la placa adherida a uno de los costados del habitáculo, donde ponía:
Système Multi-Organique de Garde (S.M.O.G.)
Section de Recherche Scientifique
Ministère de la Défense. Republique Française.

EPILOGO
El Profesor Martin, padre de Amelie, se acercó al habitáculo de smog y tecleo una orden en una consola integrada en él.
A continuación cogió su móvil y esperó a que su interlocutor contestase.
– Buenas noches, Señor Director. Como acordamos, he procedido a desconectar el sistema SMOG, que ha pasado a hibernación para su transporte y almacenamiento. Como habían indicado nuestros sensores, el sistema de implantación de recuerdos tiene fallos y habrá que reprogramarlo, aunque el resto de sistemas ha funcionado como se esperaba. Mañana le entregaré el informe pertinente. Buenas noches.

Mientras tanto, en el habitáculo, smog soñaba…

Bartolomé Zuzama. Valladolid, 16 de marzo de 2014.

1 comentario en «Un día de smog»

  1. Estupendo relato. Una parte de la humanidad sueña con un smog y la otra parte los usa para su propio beneficio. Entre unos y otros hay seres, como Bartolomé, que los despiertan para que sepamos la verdad.

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