Mis pensamientos flotan,
entre el agua gris,
y el agua blanca.
Se escaparon los libros,
quisieron ser libres,
y murieron ahogados.
La barca del bibliotecario eterno
busca enciclopedias nonatas,
manuscritos malditos
y pergaminos muertos.
Los palimpsestos se hinchan
y flotan
como odres flatulentos.
La marea negra
va borrando las ideas,
ahora somos más necios
y más esclavos.
Junto al tapón de desagüe,
controlando la corriente,
el poderoso domina.
Abre y cierra compuertas
de incultura y pobreza.
Valladolid 03/04/2017