Despedida

rocks-1246183_1920Mojé tus pestañas con el agua gélida de aquel arroyo de montaña.

Nuestras mochilas, tiradas entre la hierba, destacaban junto al granito gris que emergía de la tierra.

El aire cortaba, cada respiración era una victoria robada y nuestros corazones se aceleraban al unísono, o eso deseaba.

Intenté reanimarte, te apliqué calor, besé tus mejillas, tomé tus manos entre las mías y las masajeé sin descanso y poco a poco sin esperanza.

Intenté que abrieras los ojos, que volvieras, que tus pulmones se expandieran, pero fue inútil.

Intenté llorar, pero no pude, mi corazón seguía pendiente del tuyo, de tu palidez y del tono azulado que capturaba tus labios.

Con un tenue beso en tus párpados te dejé volar y bendije el tiempo que habíamos pasado juntos.

Bartolomé Zuzama i Bisquerra. Valladolid, 26 de marzo de 2018.

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